Un viejo cobertizo situado en el patio trasero de una casa de Dallas (Texas) necesitaba una reforma desde hacía tiempo, y por fin ha llegado. El propietario decidió convertirla en una casa de juegos para sus nietos. Diseñador de interiores Doña Rosene Ketner ha tenido la idea y la ha llevado a cabo Kerry Ketner.
El escondite de los niños se construyó con la intención de que pudiera convertirse fácilmente en invernadero o cobertizo para brotes cuando los niños crecieran.

Una hermosa cabaña de madera de cedro
En la casa renovada se ha utilizado una puerta de un antiguo granero, ya que es de muy buena calidad. Y se utilizaron tablones de cedro para construir los muros.

Interior de la casa de campo
Hay un cuadro con las iniciales de los niños en la pared. Esto se hace para definir el espacio personal de cada niño. Una mullida alfombra de mimbre cubre los pies y las sillas de saco son cómodas para sentarse a leer un libro.
El interior de la guardería – Espacio para la creatividad, ordenadores y otras actividades. Estantes empotrados para guardar todo lo necesario, juguetes y chucherías. Los cojines acolchados de las sillas hacen que sea cómodo trabajar en la mesa. No es sólo para niños; los adultos también tienen espacio de sobra.

Un estanque precioso
A orillas de un pequeño estanque, es agradable jugar y relajarse en la temporada de calor. El agua y una pequeña cascada animan el paisaje, refrescan el aire y nutren el verdor.