El verano no es la época en la que solemos pensar en estaciones de esquí y las tierras altas cubiertas de nieve retroceden. Sin embargo, la reflexión se limita a quienes viven en regiones con tres meses de tregua del temido frío. Si tiene la suerte de alojarse en una ciudad con un verano terriblemente caluroso, éste sería el momento perfecto para relajarse y esconderse en un refugio de montaña.




El nivel principal de la casa tiene doble altura. Hay una sala de estar con una chimenea de piedra que es el corazón de la misma. Grandes ventanales enmarcan con elegancia las vistas al exterior; el comedor y la biblioteca contiguos ofrecen mayor intimidad. Toda la estructura está diseñada para fomentar al máximo la interacción entre los miembros de la familia, y se hace mucho hincapié en el aspecto social. Arriba abre el camino escaleras de madera. Hay dos plantas que contienen cuatro dormitorios diferentes, que incluyen un par de suites y otras tantas habitaciones con literas.
La casa es un lugar estupendo para relajarse, tanto en invierno como en verano. Se complementa a la perfección con el paisaje circundante, al tiempo que ofrece el mejor escenario positivo.



Hoteles insólitos en AméricaEl nido del cuervo, de BCV Architects.