
Según Personal Architecture, hubo que reforzar los cimientos y la estructura del edificio, por lo que la reconversión no fue un simple lavado de cara. Esto abrió un amplio abanico de posibilidades de diseño.
La combinación de una visión ambiciosa del proyecto y la confianza ilimitada de los clientes ayudó a crear la idea de la renovación. Por supuesto, los deseos de los propietarios fueron factores cruciales, como el mantenimiento de la mampostería original, la forma de las ventanas y la distribución característica de la casa. Pero seguía existiendo inquietud por el resultado de combinar la construcción antigua del edificio con la tecnología de construcción moderna.
Se renovó la fachada principal y se demolió por completo la pared trasera, que se sustituyó por un muro de cristal de 11 metros de altura. El inteligente diseño arquitectónico creó así un espacio de tres plantas de altura en la casa, permitiendo el libre acceso de la luz, el movimiento y la circulación del aire.
La interacción de espacios vacíos, suelos, terrazas interiores y una pared transparente crea una especie de intriga entre el exterior y el interior de la casa. En todas partes se aprecia un cruce entre arquitectura clásica y moderna.
Una nueva escalera de caracol que conecta las cuatro plantas añade un toque dinámico y fresco, además de permitir dividir el espacio entre los propietarios y los invitados. La antigua escalera del vestíbulo se conservó como recuerdo del pasado. Una remodelación inteligente dio como resultado más metros cuadrados y más habitaciones. Por último, una terraza en la azotea con jacuzzi completa el diseño.
La casa promete a los clientes una gran cantidad de nuevos e inusuales. Y para los transeúntes, es indistinguible de los demás edificios de la Merlenstraat.






