
El lugar es tan exótico para los europeos que es un viaje insólito que cualquiera recordará toda la vida.
La mansión se asienta sobre tres hectáreas y media de terreno y goza de magníficas vistas de la bahía. Una ventaja importante para los turistas es la proximidad al aeropuerto.

No hay nada mejor que desayunar al aire libre. Los huéspedes pueden disfrutar de la vista de las magníficas montañas y el agua desde la terraza, donde no sólo hay un comedor, sino también una cocina. El amplio espacio permite cocinar en un horno convencional o utilizar la barbacoa.

La casa dispone de un amplio y cómodo salón con elegante interior. Los ventiladores de techo crean un ambiente confortable para descansar en mullidos cojines. Y si los sofás ya están ocupados, puedes sentarte en un sillón. Una alfombra suave en el suelo se convertirá en un pequeño paraíso para los pies cansados de andar descalzos.

La casa solariega dispone de un dormitorio principal, así como de habitaciones de invitados con un dormitorio para los padres y otro contiguo – para los niños. Las camas tienen un aspecto regio con lujosas sábanas. Junto a cada dormitorio hay una terraza abierta donde podrá relajarse.
La zona contigua a cada suite cuenta con una gran bañera y dos lavabos. Madera y plástico utilizados en la decoración. Espejo alargado y Luminarias modernas populares Ayudará a los huéspedes a ordenar.

En conjunto, la residencia de Gavin Wonderplank, propietario de este pequeño paraíso, evoca unas vacaciones mágicas e inolvidables.
Cortesía del estudio Madeleine Blanchfield Arquitectos.