



Prácticamente todos los edificios de los alrededores son también de estilo neobretónico. Las residencias tradicionales han cambiado notablemente, pero conservan sus rasgos típicos y su sabor local.


El material utilizado para crear el límite entre los pisos es cedro rojo, un material habitual de la región. La belleza de la madera de alta calidad se ve realzada por las paredes de hormigón blanco como la nieve.
Los marcos de las ventanas y las puertas correderas de cristal son de metal. Se utilizaron materiales naturales para el acabado del suelo y la terraza, que ofrece una vista espectacular y cautivadora de la bahía.

Uno de los deseos de los futuros propietarios es un diseño eficiente desde el punto de vista energético, ya que Bretaña tiene un clima bastante riguroso. Una planificación correcta ayuda a conseguirlo. La fachada sur del edificio está expuesta al máximo de luz y sol, pero las paredes norte y este apenas tienen ventanas.
La simplicidad y compacidad de la estructura se ven reforzadas por un aislamiento de alto rendimiento y el uso de fuentes alternativas de energía (en particular geotérmica).



Sobre la mesa del comedor hay unas originales claraboyas de cerámica en largas cuerdas. Las lámparas de pie clásicas también forman parte del mobiliario. En el resto de la casa se prefieren las luminarias empotradas en el techo y algunos focos modernos de estilo industrial. Se pueden girar fácilmente, lo que permite un interesante juego de luces y sombras.







