Este proyecto fue uno de los primeros de este tipo en crearse tras la revisión de la normativa local sobre la elevación mínima de la planta baja, que se elevó a 5 m sobre el nivel del mar.La casa está abierta al mar en la medida de lo posible y refleja una arquitectura atemporal e internacional que rinde homenaje a las principales características climáticas y paisajísticas de la zona. La construcción, sencilla y geométrica, consta de dos plantas y se caracteriza por un acristalamiento continuo con ventanas panorámicas.
Se crean dos entradas de fachada diferentes con el mismo elemento subyacente de la escalera, creando la impresión de que cuelga por encima del suelo. Una idea interesante para el diseño de la casa es que el tejado sobresale una distancia considerable, creando un voladizo natural que protege parcialmente la terraza del sol y la lluvia. Un plano de pared con amplios acristalamientos está enmarcado por grandes paneles de madera del mismo material que la escalera. La distribución de la casa es bastante clásica.
