El arquitecto californiano Horst Architects creó la Residencia Beck, una impresionante vivienda con un diseño moderno y un excelente sistema de iluminación. No todos tenemos la oportunidad de construir una gran casa con mucho espacio. La casa es otro excelente ejemplo de aprovechamiento del espacio.







El diseño de esta casa, encaramada a un promontorio rocoso, resuelve en la medida de lo posible el problema del espacio limitado. Los arquitectos tuvieron que combinar un despacho de trabajo, un dormitorio y un salón en una habitación pequeña. Las paredes interiores se han demolido por completo y se ha añadido un segundo nivel, al que se accede por una exquisita escalera.
Mamparas correderas y pantallas de tela en lugar de paredes tradicionales. De este modo, el espacio resultó lo más funcional y cómodo posible. Ahora puede convertir la misma habitación en un estudio durante el día y en un acogedor nido para una cena romántica. Con amplios ventanales que ofrecen vistas despejadas al mar. Y para ofrecer a los residentes la opción de aislarse del mundo exterior si lo desean, los diseñadores utilizaron contraventanas de madera.
Una combinación de distintos materiales tradicionales y nuevos, acentos bien espaciados y líneas limpias crean un lugar sorprendentemente agradable para trabajar y relajarse. Para el interior se han elegido tonos tradicionales neutros. Negro, marrón, arena, gris. Estos colores son impresionantes a cualquier hora del día, especialmente al atardecer o al amanecer, cuando los rayos rosados del sol brillan a través del cristal.
La abundancia de vidrio en la decoración y el mobiliario interior confiere al espacio una sensación de ligereza y ligereza. Y la variabilidad de la iluminación le permite crear el ambiente adecuado en la casa. Luces superiores para trabajar, piedra decorativa de imitación para el romanticismo, luces nocturnas para leer y bombillas empotradas para mayor comodidad. Los reflejos de las luces se reflejan en la cristalería, manteniendo una sensación de auténtica magia.