Sólo se utilizaron materiales de alta calidad para la construcción y la decoración. El ladrillo expresionista, los techos altos y los grandes ventanales que inundan de luz el espacio realzan el carácter de la casa. La planta baja de la mansión alberga la cocina, el salón y el comedor, la primera –los dormitorios y cuartos de baño y la tercera –otra original sala de estar tipo loft.
Los interiores tienen una elegancia moderna que se acentúa con una gama de colores neutros y toques brillantes. Las paredes y techos claros contrastan suavemente con el rico suelo de madera color chocolate y los marcos oscuros de las ventanas. Las puertas de roble macizo presentan manillas de bronce que recuerdan el pasado industrial del edificio, al igual que las vigas metálicas y las potentes vigas del techo.
Los altos techos a dos aguas y el diseño arquitectónico original del edificio confieren un carácter especial a la última planta. Las claraboyas inundan de luz el salón. La casa está iluminada por una gran variedad de lámparas de araña, desde las más elegantes y ultramodernas hasta las más antiguas, que aportan un lujo discreto a los interiores.
¿Cómo se logra combinar el diseño moderno con la arquitectura original de una casa del siglo XIX sin perder su encanto y carácter histórico?
¿Es posible combinar un diseño moderno con una casa del siglo XIX sin perder el encanto histórico?