
El estilo pombalino, en el que se basa el edificio, determinó en gran medida el carácter del diseño, que responde principalmente a los deseos personales del cliente.
El mobiliario, las obras de arte y los objetos decorativos han sido cuidadosamente elegidos por el interiorista para dar una imagen moderna de un hogar temporal en una de las capitales más bellas del mundo.

El salón, y el piso en su conjunto, tienen una estética muy femenina y ecléctica. La incorporación de elementos de diseño clásicos y vintage infundió al espacio una elegancia atemporal.
Elementos étnicos como una alfombra bereber de Marruecos y un banco africano de madera oscura conviven armoniosamente con obras de arte de Cristina Jorge de Carvalho y pinturas de Joao Lauro.


La cocina, de líneas sencillas y color negro, resulta muy funcional y cómoda.Los acentos brillantes y relucientes confieren al espacio del piso una personalidad distinta y un encanto único, convirtiéndolo en un reflejo de la extraordinaria personalidad de su propietario.

