
La construcción angulosa del edificio, la armoniosa decoración y la elección de los colores subrayan perfectamente la austeridad del estilo minimalista del diseñador.

Los enormes ventanales de la planta superior y las grandes paredes acristaladas de la planta baja permiten que la luz del sol y la brisa de la naturaleza entren en la casa, animando el interior y creando un ambiente agradable y acogedor.


La dualidad estilística se aprecia muy claramente en el diseño interior. Al igual que el negro limita con el blanco, la geometría exacta de las formas (mesas, armarios, escaleras) se une a la aerodinámica de los accesorios y el mobiliario (lámparas de araña, sillas elegantes, candelabros).

El ambiente de la oficina moderna se suaviza fácilmente con los detalles del interior de la vivienda: una chimenea de verdad, mullidos sofás, cómodos sillones y mármol rojo brillante en la decoración de las paredes dan al ambiente una sensación de confort y calidez.


La luz se enciende por la noche para añadir un encanto especial al hogar. Las habitaciones están llenas de colores suaves, que crean un ambiente relajado y tranquilo.
Esperamos que a nuestros lectores les haya interesado descubrir cómo los clásicos en blanco y negro pueden cobrar vida en el hogar moderno.