
El concepto de diseño se basa en el equilibrio de tres componentes autosuficientes que determinan las espectaculares proporciones de la casa: árboles que estaban allí mucho antes de la idea del propio proyecto, una piscina que marca el límite inferior de la parcela y un edificio que destaca nítidamente en el tranquilo paisaje.





Un tema artístico domina el interior. Una iluminación profesional, junto con una cuidada colocación de las ventanas, confieren a la villa un aspecto de galería.
La hija de los propietarios solía pintar sus pintorescos lienzos sentada a la mesa del comedor, y la lámpara Zettel de Ingo Maurer que cuelga sobre ella la mantiene en estado de ánimo creativo.


Armarios funcionales con mucho espacio, vestidores y despensas facilitan el orden y la comodidad de su hogar. El tema artístico es evidente incluso en los cuartos de baño, que fueron decorados con gran gusto y atención a la personalidad de los propietarios.

Foto: Udo Geisler.