
La extrema rudeza de la planta original puede explicarse por el hecho de que el edificio se utilizaba anteriormente sólo con fines domésticos, como almacén de diversos artículos. Pero ahora que los propietarios necesitan más metros cuadrados, la renovación es la única salida.

En primer lugar, los arquitectos conectaron un anexo de una sola planta al edificio principal, trasladando el vestíbulo y la escalera al lado opuesto del edificio principal. La eliminación parcial de los muros despejó el camino a las áreas funcionales necesarias. Así es como la casa consiguió una nueva cocina y un tercer dormitorio.





El diseño, obra del equipo de Mimodo Architects, impresiona más por su ingenio que por su escala. Su éxito se debe en gran parte a la ubicación de la casa y a la inteligente forma de organizar el espacio.
Foto: Marta Gradaille.