
La entrada a la casa está decorada con madera y ladrillos blancos. Los elementos góticos del vestíbulo crean la atmósfera de un castillo medieval, que es muy impresionante.

Las habitaciones están conectadas entre sí por una serie de arcos. Las sillas, tapizadas en escarlata y morado, combinan con el estilo arquitectónico de la casa. Las lámparas de acero añaden el toque adecuado.

Los taburetes rojos Tolix, las baldosas Ann Sacks y las ventanas sin cortinas dan un toque acogedor a este rincón de la casa.

Encimeras de madera de nogal. La madera es un poco fina y se deteriora rápidamente, por lo que una vez a la semana los propietarios frotan la superficie con aceite de linaza, que evita que se pudra y le da un brillo resplandeciente. Frigorífico de color acero integrado en el sistema de almacenamiento.

Un pequeño pasillo en la parte trasera de la casa está decorado con lámparas antiguas.
