
1. Inicio del proceso
La mayoría de las personas inician una búsqueda activa y estudian el mercado inmobiliario antes de ponerse en contacto con un agente inmobiliario. Suele llevar de seis a nueve meses. Los compradores deben saber exactamente lo que quieren y exponer claramente sus requisitos.
Tal vez el objetivo del nuevo propietario sea una casa a estrenar, o esté dispuesto a hacer reformas y remodelaciones. Además, es necesario decidir sobre las finanzas. Y sólo después, por regla general, se recurre a profesionales.

3. Mirando al futuro
A la hora de elegir una casa hay que tener en cuenta muchas cosas: cómo se va a utilizar, cómo se va a decorar y cuánto tiempo se va a vivir en ella. Sobre la base de los parámetros dados, merece la pena prestar atención al área. ¿Está adecuadamente dotada de la infraestructura necesaria: guardería, escuela, clínica? ¿Qué tan cerca están los centros de transporte?
A la hora de planificar una ampliación de la familia, hay que pensar en cuántas habitaciones se necesitan para que la casa sea confortable, sin pagar de más por metros cuadrados innecesarios y superfluos. FitzPatrick explica a todos sus clientes que compran su primera vivienda que deben esperar vivir en ella al menos entre cinco y siete años para rentabilizar al máximo la inversión.

5. Presupuesto
Además del precio de mercado de la casa, debe estar preparado para pagar los honorarios legales, los impuestos y, si tiene una hipoteca, un pago inicial.

7. El papel de un agente inmobiliario
Un agente inmobiliario actúa como comercializador para sus clientes. Los pone en contacto con las opciones que se adaptan a las necesidades y deseos de la joven familia y detalla los pros y los contras de todas las propiedades seleccionadas. Gestiona por completo la transacción hasta la última firma en el papeleo, y a menudo desempeña un papel de asesor para ayudar a evitar errores y decepciones en lugar de la alegría y la satisfacción de un sueño hecho realidad!