

El edificio – es un refugio para lo metropolitano, hecho de luz, donde el futuro y la antigüedad interactúan a través de colores, accesorios de superficie y lámparas insólitas. Choque de dos épocas – fusión de dos pequeños pisos de características diametrales mediante la destrucción total.
Se han eliminado por completo los suelos de algunas habitaciones, los falsos techos, algunos tabiques y el yeso de las paredes. Este audaz diseño de ingeniería estructural ha permitido a Simone Micheli crear un espacio único y vibrante, además de aumentar la estabilidad y resistencia de los muros del edificio gracias a las medidas antisísmicas adoptadas. El resultado – una fusión de vida al aire libre con espacio interior.


Ahora hay tres niveles. Espacio hasta el techo sin tabiques se eleva sobre el salón. Juega con el vacío y la plenitud, ocultando a la vista las plantas intermedias: el dormitorio principal y el de invitados. El vestíbulo, el comedor y la cocina no están separados entre sí, lo que permite pasar fácilmente de una zona a otra.






