
Hasta hace poco, la casa estaba prácticamente aislada de este maravilloso oasis, cuando los arquitectos de AGATHOM rediseñaron la distribución para crear una interacción perfecta entre el espacio interior y el exterior.

En este nuevo diseño, la espaciosa terraza iluminada por el sol se convierte en una prolongación natural del salón. Las puertas correderas panorámicas están instaladas en el lado del comedor, pero se puede disfrutar del magnífico paisaje natural por todas partes en esta zona pública perfectamente dispuesta.
Las molduras de cedro español y el ladrillo visto hacen que el interior sea realmente hogareño, y la decoración en su conjunto es minimalista en su moderación.





La unidad de diseño la proporcionan numerosos muebles de distintos tipos de madera. En el comedor y el salón se han instalado chimeneas, indispensables en el duro clima canadiense.
Foto: Steven Evans.