
El plan original era renovar una casa existente. El edificio, situado en medio de un extenso jardín, era un ejemplo al 100% de la arquitectura del siglo XX.
Tras varios intentos de modificar el antiguo edificio y adaptarlo a las exigencias de la vida moderna, los arquitectos llegaron a la conclusión de que la idea no era viable. Así se tomó la decisión de construir la nueva casa.





La distribución de la residencia consta de zonas separadas. Inmediatamente detrás del garaje, se dispone un amplio hall de entrada, que precede a una habitación infantil con cuarto de baño independiente. La siguiente gran zona contiene la cocina, el salón, el comedor y la terraza cubierta. En la parte norte de la casa hay un vestidor, un dormitorio y un estudio.


En cuanto a los materiales utilizados, la estructura es una combinación de piedra, madera y vidrio. El equilibrio perfecto de todos estos componentes creó una imagen expresiva en armonía con la belleza de la naturaleza local.
Fotos: Ivan Bárta.