

La casa está orientada hacia la ladera noroeste con uno de sus muros, que domina el pueblo y el río cercanos. Habitaciones espaciosas con un estilo relajado y tranquilo. Los grandes ventanales aportan luz a todas las habitaciones durante el día y permiten admirar el cielo estrellado al atardecer.

El material utilizado para el mobiliario interior era madera maciza. Casi todas las paredes, suelos y techos están forrados con ellas. Esto no se hizo por casualidad, ya que es la madera la que confiere al diseño una sensación de calidez y confort.






