





En cuanto a los costes de construcción, el propietario del bosque cedió gratuitamente la parcela a la familia a cambio de que cuidara del bosque, y la construcción costó a Simon Dale 3.000 libras esterlinas.
El tejado en pendiente regula el calor de forma natural. Calentado por una chimenea central.
El sol proporciona electricidad, el retrete es de material compuesto. Los interiores son sorprendentemente sencillos y al mismo tiempo interesantes, realmente son como un cuento de hadas.
La casa en sí es un ejemplo de diseño extraordinario, pensamiento imaginativo y creatividad, y lo que es más importante, está en perfecta armonía con su entorno.