La casa es la elección inusual de una joven pareja. Para la pareja Morrison, el proyecto de sus sueños costó 22.000 dólares. Pero ahora viven libres de hipotecas y preocupaciones financieras. Mejora significativamente la calidad de vida y la solidez del matrimonio.
Amplia cocina con horno grande, frigorífico, escurridor, encimeras y estanterías.
Sofá y escritorio. La última hace las veces de cocina. Por supuesto, hay sillas disponibles y también se adaptan perfectamente.
Al otro lado de la planta superior está el salón, donde a Andrew le gusta tocar la guitarra.
El minúsculo cuarto de baño cuenta con un sistema de desagüe interior muy técnico.
Lo que más les atrae? El hecho de que sea una casa móvil significa que no tiene una residencia permanente y puede desplazarse por el país según surja la necesidad o según le dicte el corazón.
El reducido tamaño de la vivienda ahorra dinero y permite centrarse en cosas más importantes.
Gracias al estilo de vida que han elegido, no tienen deudas ni facturas, ni molestias ni domicilios fijos, y pueden permitirse viajar cómodamente.
¿Qué factores crees que hayan conducido a esta joven pareja a tomar la valiente decisión de vivir en una casa diminuta pero bien diseñada? ¿Es la reducción de costos, la búsqueda de una vida más sencilla o algún otro motivo?