









Este diseño de vivienda unifamiliar es fruto de la colaboración entre Strachan Group Architects y Rachael Rush. Los visitantes de Nueva Zelanda encontrarán esta casa en Auckland en una parcela limitada y compacta a tiro de piedra de la playa de Takapuna. El nombre del proyecto, "Los tragaluces", proviene de este hecho, ya que el frontón de tres pisos del edificio negro alude a una cultura de relajación estival junto al agua y a la pasión por la navegación. Y las paredes transparentes crean la sensación de una especie de incubadora hecha a medida para sus habitantes.
La sencillez de las formas en el exterior contrasta con el interior de madera, muy artístico, que pone de manifiesto la excepcional artesanía del constructor.
Todo el espacio de la planta baja pertenece a la zona común (aquí encontrará una cocina, un gran comedor, una acogedora sala de recreo con una auténtica chimenea y dos patios interiores), a excepción de la guardería.
El segundo nivel alberga dos dormitorios y un salón transformable. El sótano cuenta con garaje, gimnasio y trastero.
La presencia de vecinos de tres plantas y un patio pequeño se compensan con mucha luz, sol y atisbos de árboles huecos y la sensación de cercanía al océano. Esto último queda garantizado por la total transparencia de las paredes, que pueden cegarse si se desea, impidiendo que entren más vistas.
Esta casa demuestra la intención de captar al espectador, controlar sus pensamientos y, al mismo tiempo, mantener la intriga.
Materiales proporcionados por Strachan Group Architects.