


La casa tiene un enorme espacio exterior, con un diseño minimalista y una entrada a prueba de nieve, así como un enorme garaje para varios coches, una terraza exterior y un patio. El espacio exterior decidió unirse en un "tubo" o "cueva.
Cada pieza es bastante versátil, lo que compensa el espacio limitado. Esta "cueva" no es recta, lo que ayuda a mantener a sus ocupantes ocultos a la vista y a la intimidad, pero al mismo tiempo está completamente "bañada" por la luz del sol. A lo largo del día se puede ver cómo cambia el panorama general en función de la posición del sol.





