Este casa en los suburbios Nueva York fue construido recientemente en EE.UU., pero presenta características que recuerdan a los edificios de mediados del siglo XX. Esta referencia al pasado contribuyó a garantizar una conexión lógica y orgánica entre la casa y el entorno.
Sus proporciones y dimensiones hacen que cada habitación sea bastante espaciosa, y los grandes ventanales la llenan de luz solar. El revestimiento de madera en tonos grises es elegante, pero al mismo tiempo recuerda a la noble antigüedad. La terraza con vistas al jardín, integrada en el interior de la casa, es especialmente encantadora diseño paisajístico.
Las superficies encaladas irradian el diseño interior; el predominio de materiales naturales hace que las habitaciones sean muy acogedoras. Hay algunos detalles atractivos: la pared de la cocina está cubierta por una pizarra de tiza, donde puedes escribir tus cosas esenciales del día; las alfombras de punto y los cuadros escoceses crean un ambiente hogareño.
El mobiliario es cómodo y encantador. Sillas y sillones de madera, tapicerías de cuero y formas concisas hacen que cada pieza sea única. En cada zona, unos pocos objetos crean acentos y añaden significado al conjunto. Muchos de ellos también subrayan la idea misma de la casa: el cuarto de baño con patas, el viejo arcón, el armario de hojalata, la mesa de carpintero… todos ellos parecen proceder del pasado.







