Y ahora, queridos viajeros de nuestro fascinante foro, viajaremos con vosotros a Alemania, a la ciudad de Solingen. Allí se nos presenta una casa bastante madura con un gran interior, construida en los años setenta del siglo XX, pero modernizada y renovada en 2013.















Esta mansión asombrosamente maciza, austera y elegante recuerda exactamente a un representante del Estado alemán – igualmente refinada, limpia, rodeada de orden y armonía, oscura y lúgubre por fuera pero excepcionalmente bien iluminada por dentro… Este edificio – reflejo de un auténtico alemán. Asentada sobre sólidas bases, como una fortaleza, la estructura recuerda a un rico ermitaño. El tamaño del edificio, las ventanas, las terrazas y los balcones sugieren una sensación de bienestar. Y la moderación en los colores y adornos se refiere a su modestia.
La llamativa veranda-corredor que rodea todas las fachadas y está envuelta en una columnata de hormigón deja una sensación de fiabilidad y conservadurismo ancestrales. El interior de las habitaciones destaca por su adecuación a las tendencias actuales de la moda de interiores. Los enormes espacios se realzan aún más con el color blanco que cubre todas las paredes y techos. Sólidos muebles modulares, interesantes accesorios de metal y reluciente cristal, todo ello refleja el estilo interior del –constructivismo'' de una forma muy comedida y lacónica.
Y todo este cuadro ascético se ve suavizado por el frondoso jardín y el césped que rodean la estructura. La suave y sedosa hierba del camino de entrada y los viejos árboles con sus enormes copas son justo lo que le faltaba a la casa en su sombrío manto de hormigón.