
Según los arquitectos, todas las habitaciones se han adaptado a la vida, el trabajo y el ocio de un matrimonio francés y sus tres gatos. Los tabiques adyacentes al estudio abierto se eliminaron para crear un pasillo y un dormitorio más espaciosos. El espacio liberado aumenta la vista panorámica desde las ventanas, lo que permite ver la ciudad como en la palma de la mano.


El piso reformado consta de un dormitorio, un pequeño estudio, cocina, comedor y sala de estar. El diseño interior es sencillo, sin detalles recargados ni combinaciones que desentonen. El ambiente es más tranquilo y sereno. Te apetece prepararte un café, bajar a la tienda a por un cruasán y sentarte en un sillón junto a la ventana.

