






Esta casa de lujo se diseñó para una residencia en la soleada California, situada en Los Ángeles junto a Beech Canyon, en Hollywood Hills. Lo que más llama la atención no es lo hábilmente que los arquitectos utilizaron las laderas de la montaña para el proyecto, sino la piscina.
Es completamente incomprensible cómo el agua no fluye fuera de él. Si se mira de lado, se ve que la piscina se inclina hacia abajo, pero el agua adopta una forma geométrica perfecta y no se sale ni un milímetro de su morada, desafiando todas las leyes de la física que nos dicen que tiene que fluir hacia abajo. Sería interesante conocer el secreto de tal creación.
Tanto el talud de la piscina como la mitad de la casa en el lado opuesto a la cima de la colina parecen flotar en el aire, permitiendo un garaje bajo el edificio. Una solución poco habitual. Por lo demás, la casa es bastante habitual, de líneas rectas y color blanco.