Todos tenemos algo tangible que apreciamos más. Para los huéspedes Preciosa casa de campo imaginamos un hogar tejido literalmente con los detalles que nos importan de corazón.












Todos los muebles y objetos habían sido cuidadosamente coleccionados por varias generaciones de la familia. Cada objeto tiene una historia. Por ejemplo, el banco que hace las veces de mueble de televisión es una rareza de la casa de campo de mis abuelos; una colección de platos decorativos españoles de los siglos XVIII y XIX lleva décadas coleccionándose. La abundancia de cajones, cómodas, sillas y mesas antiguas transmite un aire nostálgico.
Las tarimas de roble restauradas y las molduras del techo restauradas recrean por completo la imagen original.

Un hermoso interior clásico, conservado con cariño por los propietarios para ellos y sus descendientes.