En la pintoresca y arbolada ladera de San Anselmo, California, se ha diseñado de nuevo una mansión Una hermosa casa de campo, Se convierte en una continuación orgánica del paisaje natural.
La superficie total de la casa, que incluye tres plantas en cascada, es de más de dos mil metros cuadrados.
Casi todas las habitaciones interiores tienen acristalamiento panorámico, lo que amplía visualmente el ya de por sí pequeño espacio y permite disfrutar del impresionante paisaje, sintiéndose parte de la naturaleza.
El interior del chalé es lacónico en refinamiento y confort. Destaca un excelente sistema de iluminación interior y exterior, así como el uso de materiales naturales, principalmente madera, y la utilización de un esquema de colores claros y tranquilos.
Lo más llamativo de este edificio es el moderno sistema de tejado solar y el aislamiento térmico y acústico.
La singularidad del proyecto reside en el hecho de que, a pesar de su considerable tamaño, el edificio parece ligero e ingrávido, como si flotara sobre el suelo. Tampoco es superfluo o irrelevante en este derroche de verdor, que simboliza el creciente deseo del hombre moderno por la naturaleza.
