
Así, pasando por alto el salón, el estudio, la cocina, el bar y el comedor, se puede observar un verdadero diálogo entre el hombre y el espacio. Como dicen los propios arquitectos: "Para crear un ambiente acogedor en la casa, tuvimos que utilizar la idea de las facetas de diamante para los techos, que acabaron iluminándose con apenas unos haces de luz…".








