
Debido a la forma pequeña y casi cuadrada de la parcela, el equipo de diseño, bajo la dirección de Athanasios Kontizas, tuvo dificultades para planificar la distribución de la vivienda familiar, la zona de juegos de los niños y los cuartos de servicio, creando al mismo tiempo un ambiente de intimidad y comodidad. Sin embargo, lograron el resultado jugando con el contraste de colores y la iluminación. Los materiales de construcción básicos elegidos por los diseñadores son el hormigón macizo y el cristal.

Un toque interior muy eficaz es la escalera, que parece flotar en el aire, sujeta por cables metálicos. La primera planta se convirtió en una suite principal con un enorme ventanal que ofrece unas vistas impresionantes del barrio. Para dar volumen a toda la estructura, se han tendido cables metálicos alrededor del perímetro del edificio. Aferrándose a ellos, los rosales trepadores formarán una fina red verde viva. Es a la vez bonito y funcional, ya que las plantas crean un ambiente acogedor y mantienen la casa fresca en los días calurosos.



