A los lectores de Forum City les interesará saber que esta casa flotante se encuentra en la ciudad de Utrecht, en los Países Bajos, justo en un parque junto a un carril bici muy transitado. Fue terminado en 2013 por BYTR architecten. El objetivo de este proyecto era combinar la publicidad de esta parte del puerto deportivo con la necesidad del cliente de disfrutar de la intimidad de su hogar.
Los clientes exigieron varios requisitos a los arquitectos y diseñadores. Querían que el barco fuera más grande que su antigua casa, pero que conservara la intimidad de su viejo barco de acero. También querían tener la sensación de vivir sobre el agua, pero sin los manidos tecnicismos de los ojos de buey. Finalmente, soñaron con una casa en la que nadie mirara, pero que al mismo tiempo tuviera vistas al parque. Sin duda, los creadores de esta extraordinaria casa consiguieron satisfacer todas las exigencias.
La primera tarea del huésped de la casa tras cruzar la pasarela es encontrar la puerta de entrada, que apenas sobresale del interior. En el interior, se encuentra una vivienda muy luminosa y acogedora, con enormes ventanales y partes del tejado abiertas, y una maravillosa vista del parque. Desde la entrada, parte el camino hacia la terraza y el muelle de los barcos de pesca. A ambos lados de la puerta se encuentran los espaciosos salón y comedor, a los que se accede desde un pasillo abierto, elevado una muesca para añadir altura al techo del cuarto de ducha, que se encuentra en la planta inferior.
La fachada está hecha de varios materiales, lo que le da un aspecto inusual. Las planchas de cobre de abajo casi tocan el agua y el reflejo del barco en ellas se funde con el reflejo de la fachada. El diseño transparente logra un equilibrio entre privacidad y acceso al paisaje del parque. Una escalera exterior conduce a la azotea y continúa el estilo de las paredes interiores blancas, creando la atmósfera de una habitación al aire libre.
La ley de Utrecht permite una dimensión exterior no superior a 5 por 16,5 metros de superficie, 1 metro de profundidad y 4 metros sobre el agua. Construir una casa flotante plantea, por tanto, más retos que las viviendas convencionales. Sin embargo, este proyecto demuestra que una distribución cuidadosamente estudiada no sólo puede satisfacer plenamente las necesidades de los ocupantes, sino que también puede aportar un valor estético visual adicional en un espacio público como éste.
Materiales por cortesía de BYTR architecten.
