
La decoración principal de la parcela es un lago artificial en forma de óvalo alargado. Los absorbentes biológicos mantienen limpia su agua. Se dispusieron dos entradas, una para uso privado de los residentes y los servicios técnicos, y otra para los invitados de la casa.


El nivel superior corresponde a la salida sur que conduce a la piscina y al ala de invitados, que casi nunca está vacía. El segundo nivel, comunicado con la salida oeste, alberga una zona de recreo con sauna y cuartos de servicio, mientras que el nivel inferior contiene los espacios privados del propietario de la casa, su mujer y sus tres hijos. Desde aquí puede acceder al aparcamiento por la salida norte.
El interior está en contacto con el entorno a través de paredes acristaladas, que proporcionan orientación espacial y una sensación de proximidad a la naturaleza. El paisajismo demuestra la variedad de elementos y la capacidad de cambiar de una estación a otra.

Los materiales utilizados para el interior y la fachada son predominantemente de origen natural. En la decoración predominan los tonos marrones y se tiende a superficies minimalistas. Todas estas soluciones tienen por objeto crear un ambiente cálido y una sensación de unidad con el pintoresco paisaje.















A pesar del lujo evidente y la escala verdaderamente real de la villa Π, el diseño de Oliver Grigic demuestra un respeto por el medio ambiente, los recursos naturales y el bienestar financiero del propietario. El proyecto también combina orgánicamente las tradiciones de la construcción de casas de campo europeas con los métodos más progresistas de la arquitectura moderna.
Foto: Marin Topić.