Otra obra maestra del talento, el diseño de la mansión Glenbrook por el arquitecto David Jameson en Maryland.
Vivir en el bosque… Es una perspectiva emocionalmente agotadora, pero los arquitectos extranjeros suelen encontrar un gran valor en sus diseños con vistas al bosque, a la ribera o a los acantilados.

Dos edificios monumentales sostienen suavemente el elegante pabellón de cristal con sus alas de piedra. El autor no se equivocó al dividir la composición arquitectónica en tres unidades estructurales, ya que el espacio habitable debía dividirse en tres zonas: zonas comunes (habitaciones de invitados, garaje y vestíbulo), zona de recreo y dormitorios.
Todas las habitaciones dan a una terraza. Los grandes ventanales y el techo de cristal del pabellón ofrecen una vista panorámica del paisaje circundante, con una cascada dorada de hojas en otoño y el suave florecer de las hojas en primavera
La casa está construida con materiales naturales caros. La Residencia Glenbrook es una residencia "semiautónoma", con su propio suministro subterráneo de agua y sus propios sistemas de calefacción, aire acondicionado y ventilación.








