
El reto para los arquitectos consistía en planificar correctamente la reconfiguración de un edificio que originalmente no estaba destinado a la ocupación humana para convertirlo en un cómodo y bello edificio residencial. Los artesanos conservaron a la perfección la estructura básica del edificio y, utilizando materiales y tecnología conocidos, hicieron que la casa fuera completa y multifuncional.





