
Este edificio se construyó hace más de 100 años. Antiguo taller textil.
El renovado interior combina un estilo industrial neoyorquino con un toque retro y piezas nuevas hechas a medida. La moqueta de alta calidad añade un toque de lujo al espacio.
El edificio llamó la atención de los diseñadores por su disposición, volumen y Iluminación de la sala, Con paredes blancas. Una característica que se ha conservado hasta nuestros días. La arquitectura del pasado es especialmente evidente en el diseño del techo: vigas de madera pintada atravesadas por vigas horizontales de 4 metros de altura sostenidas por columnas metálicas.
Una de las claves del diseño de esta casa – la luz. La casa está inundada de luz solar casi todo el día gracias a los grandes ventanales sin persianas ni contraventanas. Esta característica pone de relieve lo espaciosa, luminosa y limpia que es la habitación.













