
Llama la atención la –acogedora y ecléctica–iluminación de la casa. aquí conviven originalidad y racionalidad. Por ejemplo, los focos de la cocina sobre la encimera, que se compraron en un mercadillo, se fijan con una sola pala –así se evita dañar el techo–. Se caracteriza por su inusual altura de 330 cm. Crea una sensación de libertad, espacio abierto. Sistemas de iluminación instalados de forma similar en otras estancias. También iluminan el patio al anochecer. La original lámpara de araña alemana del comedor no pasa desapercibida.

Una forma encantadora de pasar una velada en familia junto a la chimenea mientras ve su película favorita.



Por las fotos, gracias a Sharon Eliasi.