Los caminos de adoquines, el cuidado follaje del césped, los árboles bien podados… no sólo combinan a la perfección, sino que crean una sensación única de selva tropical en una ciudad bulliciosa. Stephen Richards, que dio vida al proyecto, declaró:
"La creciente concienciación entre los habitantes de las megaciudades sobre el valor y la preservación de la naturaleza en las ciudades ruidosas, y los beneficios que aporta a nuestra calidad de vida, ha dado lugar a una nueva idea de planificación paisajística en urbanizaciones como ésta.
Intentamos crear un diseño que nos permitiera incorporar al parque urbano tanto árboles frutales como pequeños estanques. El aire de un jardín de este tipo desprende un aroma constante a flores y hierbas que tiene un indudable efecto positivo en la salud mental y fisiológica de los habitantes de los bloques de pisos cercanos
