
El objetivo principal del proyecto era reducir el consumo de energía para calefacción. El edificio está diseñado para que la pérdida de calor a través de las ventanas y puertas sea mínima, el interior esté suficientemente expuesto a la luz solar, pero no se sobrecaliente durante los meses de verano.
El punto de partida de la búsqueda de una solución ideal fue la imagen de una iglesia tradicional de madera, cuyo tejado, cornisas y pórticos tenían una forma especial para proteger el edificio de los efectos negativos del viento y la lluvia.
Se introdujeron tecnologías y materiales ampliamente disponibles para garantizar que el proyecto cumpliera las normas de diseño pasivo. Al final fueron ellos quienes garantizaron la durabilidad y el atractivo arquitectónico del.
Edificio de 1.740 metros cuadrados. metros cuadrados con capacidad para 500 fieles. La iglesia se calienta con un sistema de calefacción por suelo radiante a baja temperatura que utiliza una bomba que bombea agua de pozos subterráneos. El edificio también está equipado con ventilación de entrada y salida con recuperación de calor altamente eficiente de hasta el 85%.

El concepto "iglesia pasiva para gente activa" se adapta a las necesidades de la sociedad contemporánea. Es la imagen del objeto religioso del siglo XXI, con el que se identificarán los creyentes.