Melanie utilizó tonos muy equilibrados en la decoración del salón, centrándose en un cuadro abstracto de John DiPaolo que dinamiza y optimiza el interior. Este cuadro combina sorprendentemente con un sofá clásico.
En el comedor, Coddington ha instalado un techo suspendido de color bronce, que brilla maravillosamente en la penumbra y crea una atmósfera de lujo discreto. Los mismos preciosos destellos se repiten en el dibujo de una preciosa alfombra hecha a mano, que conecta las partes superior e inferior de la habitación. Las cortinas a cuadros de seda natural son un elemento gráfico imprescindible.
A la derecha está el escritorio para trabajar y estudiar. Los cajones ocultan enchufes y una impresora.
Las lámparas del techo, diseñadas por la artista Alison Berger, están cubiertas de líneas de poesía que generan misteriosos dibujos en las paredes de la cocina al atardecer y durante la noche.
Aquí está la mesa de desayuno original bajo una antigua lámpara de araña de latón. Las sillas de vinilo fáciles de limpiar son una opción práctica para las familias con niños.
Los tejidos opulentos en tonos saturados (incluida la ropa de cama de seda) crean una decoración increíblemente cálida y acogedora en el dormitorio principal. La alfombra con motivos de terracota y cobre del anfitrión definía la paleta. Los armarios empotrados a medida se adaptan a la mayor parte de la biblioteca familiar.
Una de las hijas quería decorar su cuarto de baño en tonos morados y rosas. Esta joven fashionista está loca por los zapatos, y la diseñadora del proyecto decidió hacerle a la niña un pequeño cumplido en forma de cortina Zoffany/Harlequin, adornada con un estampado de zapatos y flecos decorativos con borlas.
Para adaptar el interior a su edad, Coddington instaló una encimera de mármol de Carrara y baldosas blancas en el cuarto de baño. Es la base ideal para cualquier combinación de colores que los propietarios deseen seguir en el futuro.
