En L’Ametlla del Vallès, España, no hace mucho se construyó una nueva vivienda casa original, Literalmente frente a la naturaleza. Está construido en una parcela en pendiente, con el lado este orientado a una calle muy transitada y el lado oeste a un tranquilo pinar. El objetivo de los arquitectos era alejar el edificio del entorno urbano y acercarlo al mundo vivo. Es una solución no trivial, con dos fachadas de formas y colores completamente diferentes, que miran en direcciones distintas.
La fachada oscura y ondulada se vuelve hacia la gente y el tráfico. Su forma ondulada parece un triunfo de la escultura moderna contra los árboles. Es lo más cerrado y homogéneo posible porque sólo tiene que dar una visión exterior del edificio, sin revelarlo. La única puerta aquí da a la entrada de la casa un estudio encantador, que sirve de amortiguador entre el aparcamiento y la zona habitable.
El lado oeste es exactamente lo contrario del este: líneas quebradas, ángulos rectos y curvas cerradas contra las olas. Blanco en lugar de negro. Máxima apertura al mundo que le rodea en lugar de encerrarse en él. El único elemento unificador es la textura ondulada del material del que están hechos. Como todas las habitaciones son paralelas, cada una inunda con luz natural y aire limpio.
Los trabajos del barcelonés Mirag Millet Ramoneda, generador de ideas tan originales, pueden consultarse en su web oficial.
¿Cuál es el objetivo de tener dos frentes en una casa moderna como la de Mirag Millet Ramoneda en L’Ametlla del Vallès? ¿Se trata de una cuestión estética o hay otras razones funcionales detrás de esta elección arquitectónica?
¿Cuál es la inspiración detrás de la arquitectura dual de esta casa moderna?
¿Cómo es posible que una casa moderna pueda tener dos frentes? ¿Qué ventajas o beneficios crees que puede tener este diseño arquitectónico? ¿Afecta esto de alguna manera a la funcionalidad o distribución de los espacios interiores?