En Victoria (Australia), a las afueras de Melbourne, hay una casita moderna por dentro y clásica por fuera. Invitamos a nuestros lectores a visitar la residencia.
Cuando se remodela una casa antigua, no es fácil conciliar la funcionalidad del interior con la época histórica a la que perteneció. Así que los arquitectos tuvieron que tomar una decisión difícil, pero lo consiguieron, haciendo el espacio más abierto, añadiendo luz y conservando al mismo tiempo las líneas y los materiales clásicos.
La cocina se agrupa en torno a una gran isla que ahora puede acoger a toda la familia a la vez. Prácticamente no hay paredes, sustituidas por enormes mamparas de cristal, que permiten disfrutar de la hermosa vista del jardín. Incluso el delantal de la cocina es de cristal, una auténtica maravilla. La suite blanca parece estar apartada de la calle.
El uso del mármol y las paredes con paneles de madera evocan el pasado histórico de la casa, mientras que el generoso y espacioso mobiliario y los modernos televisores recuerdan el presente. Los oscuros muros perimetrales acentúan la profundidad del interior.
Los corazones en las ventanas del acogedor dormitorio crean un ambiente romántico.
El diseño fue creado por LSA Architects, que amablemente facilitó esta información.
¿Qué características combina la Residencia East Malvern para lograr esa fusión entre historia y modernidad en los suburbios de Melbourne? ¿Se mantienen elementos históricos en el diseño arquitectónico o es principalmente moderno con detalles que remitan al pasado? ¿Cuál es la respuesta de los residentes ante esta combinación? ¿Consideran que este enfoque es exitoso en la integración de la historia y la modernidad en su vida diaria?