Los arquitectos modernos no sólo quieren dar a un lugar un carácter individual, sino también subrayar la cercanía y el cuidado de la naturaleza. Un buen ejemplo es el proyecto de unos diseñadores suecos: han dispuesto un tilo americano talado en un parque y lo han convertido en un miniparque de atracciones.
Un poste con un mini merendero en su interior dividía el árbol en dos partes: la corta se utilizaba para el columpio alargado, y la larga para varios columpios individuales para bebés. La copa de un tilo acaba en un pequeño café improvisado al aire libre.
Mientras los niños derrochan su exceso de energía divirtiéndose y balanceándose, los adultos pueden charlar tranquilamente reunidos en torno a una de las mesas del café.
Al anochecer, este miniparque de atracciones llena el barrio de un ambiente romántico gracias a su brillante iluminación.
¿Cómo lograron convertir un árbol talado en un increíble parque de atracciones? Me gustaría saber más sobre este proceso y cómo aprovechar al máximo los recursos naturales de manera sostenible. ¿Cuánto tiempo les llevó transformarlo y cómo se mantienen las atracciones en buenas condiciones? También me interesaría saber si este tipo de iniciativas podrían replicarse en otros lugares. ¡Realmente me sorprende la creatividad y el compromiso con el medio ambiente de quienes llevaron a cabo esta increíble transformación!