Su fachada está formada por más de diez mil paneles de vidrio montados en marcos de acero. Aquí se utiliza acristalamiento simple, que se sujeta con silicona estructural, lo que reduce la anchura visual de las luminarias.
El edificio en sí tiene una estructura angular en forma de estrella para aliviar la impresión de pesadez de su estructura monolítica. En 1990 se le unió una torre de acero, que es la gemela vertical de la catedral.
Especialmente en homenaje a la cultura automovilística de Los Ángeles, se habilitó un aparcamiento para poder escuchar los sermones directamente desde el coche con un equipo estéreo. Unas puertas de treinta metros de altura junto al presbiterio se abren hacia este aparcamiento, proporcionando ventilación y un vínculo visual entre los participantes.
La fusión orgánica del edificio con su entorno podría considerarse su mayor hazaña arquitectónica. Los cristales espejados sólo dejan pasar el ocho por ciento de la luz y el diez por ciento de la energía solar. Así se prescinde de un sistema de ventilación pasiva sin controles mecánicos.
Los huecos de las ventanas practicables, cuando están cerrados, casi no se distinguen de los paneles fijos, manteniendo la continuidad de la fachada. Cuando están abiertas parecen branquias que sobresalen sobre una superficie lisa.
¿Qué características hacen de la Catedral de Cristal de Los Ángeles una obra maestra arquitectónica?