Esto es lo que dice el comunicado oficial del proyecto, diseñado por los arquitectos Heneghan Peng, de Irlanda, y Kearns Mancini, de Canadá:
El diseño del museo se integra perfectamente en el paisaje, en lugar de dominarlo. A la luz del fatídico cambio climático, su inteligente conjunto de características sostenibles cautivó al jurado que seleccionó el mejor proyecto, y no sólo por su exclusivo sistema de calefacción geotérmica y sus soluciones de eficiencia energética.
La estructura retranqueada, con sólo dos paredes, una en el lado sur y otra en el lado este, y las de cristal, garantiza unos costes de mantenimiento bajos sin precedentes.
El edificio tiene una elegancia real y natural, por lo que no podríamos estar más de acuerdo con Lizzie Rochon, del equipo de jueces, que valoró los diseños del concurso:
El diseño del museo está totalmente desvinculado de la arquitectura, que está orientada al único éxito del autor. Es un espacio poético insertado en el paisaje costero del canal Trent-North.
Tanto si estás dentro como fuera, podrás ver el agua y las canoas esperando a ser remadas. No puedo esperar a ver esta estructura en la realidad cuando se construye. Va a cambiar nuestra forma de concebir la arquitectura, porque es un icono del diseño.
Ver el famoso ascensor-barco de Ontario y el esperado Museo de la Canoa es aprender a remar?
El césped del tejado como elemento clave del diseño arquitectónico es una opción realmente interesante y estética. Sin embargo, me surge la siguiente pregunta: ¿cuáles serían los cuidados y mantenimiento necesarios para que el césped se mantenga en óptimas condiciones y no afecte la estructura del tejado?