
Los cenadores y las pérgolas siguen siendo algunos de los elementos más llamativos del paisajismo. E incluso un pequeño enrejado arqueado, trenzado con plantas trepadoras y trepadoras, puede dar un toque aristocrático a su jardín.

Un patio pintoresco deleitará la vista de los que estén dentro de la casa. Un pequeño estanque y unos elementos arquitectónicos cuidadosamente elegidos pueden hacer que un modesto parterre de jardín parezca refinado y tranquilo.

Las obras maestras florales del primer plano invitan a adentrarse en el jardín y a descubrir qué otros tesoros se esconden en sus profundidades.

Un pequeño espacio apartado para leer un libro o simplemente soñar despierto es el compañero perfecto de cualquier jardín. Se puede utilizar una alfombrilla impermeable y algunos cojines para un máximo confort.

Lo bonito de un jardín japonés es que necesita poco espacio y luz. Un pequeño rincón bajo las escaleras de casa, por ejemplo, puede acondicionarse de esta forma tan ingeniosa.

Un jardín frondoso y descuidado puede tener un aspecto tan impresionante como la topiaria mejor cuidada. Sobre todo si se combina con los accesorios adecuados, como una puerta antigua y un camino de piedra.

La belleza de los jardines es que pueden colocarse en los lugares más insospechados. Plantas epífitas y suculentas forman la base de este jardín de fantasía en el compacto patio interior. Una lámpara morava en forma de estrella completa el conjunto.

Merece la pena seguir los senderos y caminos del jardín en las tardes tranquilas, si el espacio del jardín lo permite.

Vale la pena señalar que la creación de un jardín de ensueño puede llevar años. Sobre todo porque este trabajo se basa en gran medida en procesos naturales, que son difíciles de manipular. Y recuerde: la naturaleza es el paisajista más profesional, que no cobra por sus servicios.